Colombia no se caracteriza por producir en abundancia ingenieros y matemáticos. En mi experiencia docente he visto cómo muchos jóvenes que no tuvieron educación de calidad en el colegio encuentran aborrecibles las matemáticas. Para mí esto es pésima señal de cuál es nuestra calidad educativa.
Tener fortalezas matemáticas es tener destrezas de razonamiento lógico. Es cierto que por el camino de la lectura y escritura también se puede llegar a adquirir esas destrezas, pero tal vez sea un camino menos directo. Además de fortalecer la lógica de los jóvenes, la aptitud matemática les enseña a armarse de paciencia para enfrentar un problema. Creo que este es el principal beneficio de amar las matemáticas: hace que uno se obsesione con buscar problemas sin resolver en la sociedad y jugar a armar las piezas que lo componen, con la paciencia de quien debe resolver un rompecabezas gigante.
¿Entonces qué debe hacerse para mejorar en matemáticas en Colombia? Lo primero es desmitificar eso de que aprender matemáticas hacer de memoria tediosos cálculos aritméticos; no, la matemática va más allá de esa habilidad puramente mecánica.
Lo segundo que debe hacerse es traer buenos libros de matemática al país. Gracias al libro de álgebra de Baldor y algunos libros de cálculo o pre cálculo estamos bien cubiertos en esos temas. Sin embargo, en temas de Economía Matemática apenas desde 2006 comenzaron a llegar buenos libros en inglés. En español subsiste aún un gran vacío (la excepción es el excelente libro de Monsalve).
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