Votar por propuestas

Publicado en El Universal el 9 de febrero de 2018

La Región Caribe aporta a las elecciones presidenciales un caudal de votos que suele ser decisivo pero que, tristemente, seguirá destinándose a engrasar las poderosas maquinarias electorales. Para la muestra, un botón: el exsenador Bernardo Elías Vidal, el popular “Ñoño”, inclinó la balanza a favor de Santos en la última elección, recurriendo a votantes  que lo apoyaron a cambio de alguna efímera recompensa.  

En épocas electorales, los mensajes que mueven más votantes se enfocan en el adjetivo en vez del sustantivo, en el sentimiento en lugar de la propuesta concreta. En Colombia, las últimas elecciones han girado emocionalmente alrededor de la paz y la seguridad. Este año la derecha busca abrirse paso sembrando el miedo de convertirnos en Venezuela, mientras que la izquierda desea capitalizar el sentimiento generalizado de repugnancia hacia la corrupción y la desigualdad.  

También aflora en esta época el regionalismo que, al estilo de Trump, es hostil hacia todo lo foráneo. Allá son los latinos, acá los cachacos. Ni bien el candidato cachaco, paisa o valluno, pone un pie en la Costa, cuando lo sentenciamos con un "qué va a saber ese, si no es de aquí", acompañado del tajante "ese no conoce los problemas de la región".  

Mi invitación es a que en esta ocasión consideremos no votar por ninguna de las motivaciones anteriores: ni por plata, ni por pasiones, ni por regionalismos, sino por propuestas. Pero no cualquier propuesta, sino las que mejor faciliten que los recursos estatales se traduzcan en inversiones socioeconómicas de alto impacto. La idea es que entre más claridad tengamos sobre los proyectos prioritarios, menos confusión tendremos para no dispersarnos entre tanto problema que nos aqueja y más rápido generaremos la voluntad política para emprenderlos.  

Un excelente comienzo para informarnos sobre esos proyectos prioritarios para la región es revisar los informes de Casa Grande Caribe. Esta iniciativa, que reúne diversos tanques de pensamiento, condensa en cinco áreas las necesidades más relevantes de la Región Caribe: educación, nutrición, salud y saneamiento básico, y financiamiento y calidad del gasto. También indica que la prioridad en la región debe ser eliminar la pobreza extrema.  

Está claro que el presidente gobierna todo el territorio, pero Colombia es un país de regiones, por lo que una buena forma de votar por los intereses del Caribe es elegir al candidato cuyo programa de gobierno esté más en sintonía con las prioridades definidas por Casa Grande Caribe.