"Llámame Ismael. Hace algunos años -no es importante saber hace cuántos exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en mi bolsillo y nada en particular que me interesara en tierra firme, pensé en navegar un poco por ahí y en conocer la parte acuosa del mundo. Es una manera mía de zafarme de la melancolía y regular la circulación. Siempre que un húmedo noviembre se apodera con lloviznas de mi alma, considero urgente hacerme a la mar, tan pronto me sea posible. Ese es mi sustituto de una pistola y una bala. Casi todos los hombres, en algún momento y a su manera, aprecian sentimientos similares a los míos hacia el océano -si sólo lo supieran-."
Herman Melville, en Moby Dick.
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